Ecuatorianos en Minnesota se organizan para obtener un estatus migratorio protegido
POR: MADISON MCVAN -MN Reformer
Evelyn trabajaba en la próspera industria turística de Ecuador -famosa por las Islas Galápagos, las ruinas incas y los parques nacionales- cuando la pandemia de COVID-19 paralizó el país y ella perdió su empleo.
Con una pequeña motocicleta y un hijo pequeño que mantener, se convirtió en conductora de reparto, viajando por toda la ciudad de Quito y siendo testigo de primera mano de los efectos de la recesión económica del país y del aumento de la violencia.
A medida que Ecuador salía de los cierres pandémicos, una nueva crisis se apoderó del país, antaño pacífico: la violencia de las bandas espoleada por los cárteles internacionales. Desde 2018, la tasa de homicidios se ha cuadruplicado. Varios episodios especialmente violentos fueron noticia internacional en los últimos años: un motín en una prisión que terminó en decapitaciones, el asesinato de un candidato presidencial antipandillas y la toma de un canal de televisión abierta por pistoleros enmascarados.
Evelyn vendió todo lo que tenía en Ecuador y se marchó, volando primero a España y luego a Minnesota, hogar de un número creciente de ecuatorianos. Esperaba encontrar un trabajo estable, una educación en inglés para su hijo y un entorno más seguro.
Pero sin residencia legal ni permiso de trabajo, Evelyn sólo pudo encontrar trabajo informal limpiando edificios de oficinas. No tenía familia ni amigos en Minnesota que la ayudaran a cuidar de su hijo, y luchaba por pagar el alquiler y la guardería a pesar de trabajar entre 12 y 14 horas al día.
Ahora, ella está ayudando a liderar un grupo de otros ecuatorianos para presionar al gobierno federal para designar a Ecuador para el Estatus de Protección Temporal, lo que permitiría a los ecuatorianos que ya están en los EE.UU. permanecer y trabajar legalmente durante el tiempo que la designación TPS esté activa.
Entre los países designados para el TPS figuran Afganistán, Somalia, El Salvador, Haití, Siria y Ucrania.
“Con el TPS, podría conseguir un trabajo fuera de la limpieza… y más que nada, mejorar mi vida”. dijo Evelyn.
Evelyn pidió al Reformer no publicar su apellido por temor a revelar su estatus migratorio.
Mientras ambos partidos políticos en Washington se consumen en detener el flujo de personas que cruzan la frontera, Evelyn y otros ecuatorianos dicen que sólo quieren una
oportunidad de una vida decente para sus familias, que no pueden tener en sus países de origen dada tanta inestabilidad, violencia y pobreza.
Las autoridades de inmigración estadounidenses pueden designar a un país para el TPS si las condiciones en ese país son tan peligrosas que las autoridades estadounidenses no pueden deportar a sus ciudadanos de forma segura. Un proyecto de ley presentado en febrero en la Cámara de Representantes de Estados Unidos por los representantes demócratas de Nueva York. Alexandria Ocasio-Cortez y Adriano Espaillat concedería el estatus de TPS a Ecuador.
La representante Ilhan Oman, demócrata de Minnesota, es coautora del proyecto de ley.
Cada día, los ecuatorianos se enfrentan a un aumento de las extorsiones por parte de organizaciones delictivas, violencia callejera, cierre de escuelas, recesión económica y falta de acceso a productos básicos como alimentos y agua potable. Muchos están huyendo a otros países, incluido Estados Unidos, a menudo cruzando la traicionera región selvática colombiana conocida como la Brecha del Darién antes de viajar a través de Centroamérica y México para llegar a la frontera estadounidense.
En el condado de Hennepin, más de un tercio de las personas alojadas en albergues para indigentes procedían de Ecuador, según informó el Star Tribune en octubre.
El sábado por la tarde, alrededor de una docena de inmigrantes ecuatorianos se reunieron en un espacio de reunión propiedad de COPAL -que organiza a los latinos para trabajar en temas laborales y políticos de Minnesota- para la cuarta reunión del “colectivo TPS”.
Evelyn contó al grupo una conversación que tuvo con Omar, quien expresó su apoyo a la causa de los ecuatorianos por el TPS. El colectivo TPS planea traer abogados para responder a las preguntas de los miembros sobre la ley de inmigración, compartir sus historias con los legisladores y coordinar esfuerzos con otros grupos similares en todo el país.
La mayoría de los miembros son solicitantes de asilo que se entregaron a las autoridades de inmigración en la frontera de EE.UU., y luego fueron puestos en libertad mientras esperan las audiencias, dijo Francisco Segovia, director ejecutivo de COPAL.
Los solicitantes de asilo pueden vivir y trabajar legalmente en EE.UU. mientras esperan las fechas de sus juicios -para los que suelen faltar años-, pero no pueden recibir un permiso de trabajo hasta que lleven seis meses en el país.
El colectivo TPS acordó compartir entre sí pistas sobre empleos y alquileres asequibles. Los líderes de COPAL trajeron comida para la reunión y verduras frescas para los necesitados.
