Una mujer residente de Woodbury está siendo investigada por presuntamente estafar a familias mexicanas locales con promesas de visas de turista.
Cinco mujeres le declararon a Sahan Journal que Christian Palacios les cobró dinero y prometió obtenerle visas de turismo a sus familiares en México. Tras años de espera, nunca les cumplió.
Por: by Joey Peters-Sahan Journal
Christian Palacios, ubicada en el centro del escenario del restaurante Los Sánchez en Crystal durante una reciente tarde de verano, llamando los nombres de las familias que se reunían con sus seres queridos por primera vez en décadas.
Uno a uno, Palacios anunció los nombres de los familiares de México, quienes aparecían por detrás de un escenario y abrazaban a sus seres queridos residentes en Minnesota. Sonaba una música emotiva mientras los familiares les entregaban rosas a sus parientes y grababan la celebración. Muchos rompieron a llorar.
“¡Aplauso, por favor! (Applaud, please!),” resonaba la voz de Palacios en el micrófono después de cada encuentro.
Para las 10 familias que celebraban, esa noche fue la culminación de un proceso de varios años que les costó a cada uno de ellos entre miles y decenas de miles de dólares.
La empresa de Palacios, Nueva Visión Latinoamérica, cobra a inmigrantes en Estados Unidos con el fin de obtenerles visas turísticas estadunidenses de 10 años a sus familiares en México. Varios clientes de Palacios contactaron a Sahan Journal para denunciar a la empresa por estafa. Algunos han pagado hasta $2,700 dólares y han esperado hasta ocho años para que sus familiares obtuvieran la visa; expertos en inmigración afirman que el costo no debería superar más de cientos de dólares y que la espera suele ser de aproximadamente un año.
La gran mayoría de los clientes de Nueva Visión son inmigrantes indocumentados, según uno de los antiguos socios comerciales de Palacios. Esto hace que sea casi imposible para estos clientes viajar a su país natal para visitar a sus familiares.
“La contraté porque trajo aquí a los padres de mis amigos y pensé que me ayudaría a traer a los míos”, dijo Priscilla, exclienta de Nueva Visión. “Ella sabía sobre nuestra situación aquí.”
Varios antiguos clientes de Nueva Visión presentaron denuncias ante sus departamentos de policía locales a principios de este año. La disputa llegó hasta la Fiscalía General de Minnesota y se abrió una investigación sobre la empresa la cual todavía sigue en curso. Además, Palacios y su antiguo socio, Raúl Zepeda, se han echado la culpa el uno al otro por todos los problemas de la empresa.
Palacios sostiene que la mayoría de sus clientes quedan satisfechos y que no le preocupa la investigación que el Fiscal General está llevando a cabo en su contra.
“No tengo nada que ocultar”, declaró Palacios al Sahan Journal.
Hablan exclientes de Nueva Visión
Palacios no carece de clientes que la apoyan. Abi Mendoza se encontraba entre los clientes que celebraron en el restaurante Los Sánchez. Ella le pagó a Nueva Visión para que trajeran a su padre y a su tía, un proceso que implicó varios altibajos. El proceso demoró cinco años y le costó entre $10,000 y $15,000 dólares por las dos visas, dijo Mendoza.
Según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, el costo de una visa turística de 10 años cuesta $185 dólares. Obtenerla suele demorar entre 12 y 18 meses, según Ana Pottratz Acosta, abogada de inmigración y profesora de la Facultad de Derecho de Mitchell Hamline, cuyos familiares han obtenido visas de turismo.
A principios de este año, Mendoza, frustrada, compartió una publicación viral en Facebook acusando a Palacios de estafar a los clientes.
“Decían que ella había robado mucho dinero y que se había comprado una mansión”, dijo Mendoza sobre su decisión de compartir la publicación. “Compartí la historia. Ella me envió un mensaje inmediatamente.”
Palacios agilizó el trámite de las visas y recuperó la confianza de Mendoza. Ahora, Mendoza ya no cree en los rumores e incluso planea utilizar de nuevo los servicios de Palacios para otros de sus familiares. Mendoza calificó el trabajo de Nueva Visión con familias como la suya como vital.
“Creo que si lo necesitamos”, dijo Mendoza.
Sin embargo, otros clientes de Nueva Visión tienen una opinión diferente.
“Queremos que ella pague por lo que nos ha hecho,” dijo Martha, quien le pagó a Nueva Visión $1,500 dólares en cuatro años para obtenerle una visa de turista a su suegra, lo cual nunca sucedió.
El esposo de Martha no ha visto a su madre de 74 años, quien reside en Veracruz, México, desde hace 26 años. Perder el dinero fue un golpe duro para la familia de Martha. “Trabajamos duro para conseguirlo,” dijo. Sin embargo, añadió que “habría pagado el doble” por la garantía de reunir a su esposo con su madre.
“Así somos los Latinos,” dijo Martha sobre la prioridad que se le da a la familia.
En cambio, su marido está “triste y decepcionado,” y su madre está deprimida, dijo Martha.
Martha y otras cuatro mujeres que viven en el sur de Minnesota – Taide, Priscilla, Sandra y Maribel – se unieron para compartir sus historias con Sahan Journal. Cada una de ellas presentó una denuncia ante la policía contra Nueva Visión alegando fraude. Sahan Journal solo publica los nombres de las mujeres debido a que son inmigrantes indocumentadas de México.
En 2019, Taide intentó conseguir una visa para sus padres a través de Nueva Visión. Desde ese entonces le ha pagado a la empresa $2,700 dólares. A principios de este año, rompió su relación con la empresa después de que Palacios, según ella, incumpliera demasiadas promesas.
“Me da rabia, porque podría haber usado ese dinero para mis hijos,” dijo Taide. “Mis hijas están en la universidad. No me pidieron ayuda porque vieron mi situación, pero hubiera preferido haberles dado a ellas ese dinero en vez de a esa mujer para sus cirugías, su casa y todo lo demás que compró.”
Las cinco mujeres dijeron que varios otros clientes de Nueva Visión en el área metropolitana de las Ciudades Gemelas han presentado denuncias policiales similares este mismo año, lo que finalmente provocó la investigación del Fiscal General de Minnesota.
El portavoz de la Fiscalía General, Brian Evans, confirmó la investigación y animó a cualquier persona “que sienta haber sido perjudicada” por Nueva Visión Latinoamérica o Nueva Visión Multiservicios, una empresa de preparación de impuestos que también dirige Palacios, a presentar una queja en línea ante la oficina.
Palacios defendió su trabajo en una entrevista que tuvo con Sahan Journal, comparando la labor de su empresa con la de una agencia de viajes y culpando a Zepeda de los problemas.
“Todas estas personas están siendo manipuladas por Raúl Zepeda,” dijo Palacios, refiriéndose a su antiguo socio. “Él es el que está detrás de todo esto porque quiere manchar mi imagen.”
Zepeda negó las acusaciones.
“Varias personas se me han acercado y me han contactado durante el último año para hablar de esto, y les he ayudado con información y cosas así. Por ejemplo, solicitándoles que llamen a la embajada para confirmar el estatus de sus citas, pero yo no he buscado a nadie para esto”, declaró Zepeda al Sahan Journal. “La verdad es que no quiero tener nada que ver con (Palacios); creo que es una persona peligrosa.”
Palacios argumentó que si las mujeres que se quejaron ante Sahan Journal hubieran permanecido como clientas de Nueva Visión, probablemente habrían terminado recibiendo las visas para sus familiares.
Palacios afirmó que Nueva Visión no garantiza que los familiares de sus clientes van a recibir una visa.
“Nunca garantizamos el éxito de nuestros servicios, solo conseguimos una cita en el consulado estúdiense para aplicar y solicitar la visa”, dijo Palacios. “Después de eso, ya nada más depende de nosotros”.
“Pensé que valía la pena para poder ver a mi madre”
Sandra se convirtió en clienta de Nueva Visión en el 2017 tras conocer a Palacios en la Iglesia de la Encarnación – Sagrado Corazón, ubicada en el sur de Minneapolis. Recurrió a la empresa con la esperanza de obtener una visa para su madre, a quien no ha visto desde que salió de México en el 2005 rumbo a los Estados Unidos.
Sandra estima que le ha pagado a Nueva Visión unos $1,700 dólares en los últimos ocho años. Los cargos iniciales que Sandra pagó no tenían una explicación clara, como la “cuota de suscripción”, que costó $164 dólares, y el “derecho a la tarifa de la visa”, que costó $470 dólares. Le cobraron cargos similares a lo largo de muchos años.
“Nunca cuestioné esos pagos”, declaró Sandra al Sahan Journal. “Pensé que valía la pena hacerlo para poder ver a mi madre.”
Todo culminó el otoño pasado cuando Nueva Visión canceló abruptamente una entrevista en la embajada de Estados Unidos, planeada desde hacía tiempo, para su madre en Guadalajara, México, por la que Sandra había pagado una tarifa adicional de “ajuste” de $650. Según Sandra, Palacios explicó que la embajada había reprogramado la cita y que no había sido culpa de Nueva Visión.
“Ella publicó un comunicado de la embajada, pero a mí no me pareció legítimo”, dijo Sandra. “Me sentí desilusionada y frustrada porque mi madre ya tenía hecha la idea de que venía a verme”.
La madre de Sandra aún no ha obtenido la visa. Los pagos fueron un gran esfuerzo para Sandra, quien trabajaba en una fábrica en ese entonces.
Lo mismo le ocurrió a Maribel, de 44 años, quien se convirtió en clienta de Nueva Visión en el 2019. Quería obtener una visa para su padre, a quien no ve desde el 2006. Su padre, quien vive en Veracruz, México, tenía una cita con la embajada de Estados Unidos en el otoño del 2024. Maribel dijo que Palacios le había dicho que la embajada de Estados Unidos había cancelado abruptamente la cita. Ella ahora cree que Palacios nunca había programado la cita.
“Es muy frustrante”, declaró Maribel al Sahan Journal. [Palacios] dijo que [mi padre] tenía una cita, y pensé: “bueno, ya puedo ver a mi papa.” Cancelaron la cita una semana antes. ¿Por qué juega con nuestras emociones?”.
Maribel, una madre que se queda en casa y cuyo esposo trabaja en una fábrica, estima que le pagó a Nueva Visión $1,300 dólares a lo largo de varios años. Terminó su relación con Nueva Visión a principios de este año.
Taide contó una historia similar, afirmando que Nueva Visión también canceló abruptamente varias citas que tenían sus padres en la embajada de Estados Unidos las cuales estaban todas programadas el año pasado. Taide, de 44 años, dijo que luego se enteró de una investigación sobre Nueva Visión publicada por Conexión Migrante, un medio de comunicación de la Ciudad de México.
“Después, comencé a aceptar que me estaban estafando”, dijo Taide.
Zepeda alegó que esto es una tendencia con Palacios.
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El reportero de Sahan Journal, Alfonzo Galván, contribuyó a este reportaje.



