Comunidades vulnerables”: La acumulación de solicitantes de asilo afecta a las agencias y familias de Minnesota 

Una mesa redonda organizada por Sahan Journal y MPR News examinó los retos a los que se enfrentan la asistencia jurídica y otros organismos, así como las personas que se enfrentan al sistema de inmigración. 

Por Hibah Ansari-Sahan Journal 

A medida que un número sin precedentes de inmigrantes cruzan a los EE.UU. en busca de asilo, la ayuda legal de Minnesota y las agencias de reasentamiento están viendo el impacto – y está dejando a muchas familias en el limbo.  

Esa fue la conclusión clave de un foro comunitario patrocinado por Sahan Journal y MPR News que atrajo a casi 100 personas a El Colegio High School en Minneapolis la semana pasada. 

Los panelistas de “Más allá de la frontera: La crisis de la inmigración, de cerca” examinaron el estado actual de la inmigración en las fronteras sur y norte. También debatieron los principales obstáculos a los que se enfrentan los inmigrantes debido a un sistema de inmigración sobrecargado. También analizaron los posibles cambios que se avecinan en materia de inmigración y lo que la gente puede hacer para prepararse para ellos. 

Entre los panelistas se encontraban Emilia González Ávalos, de Unidos MN; Nasra Ismail, directora ejecutiva en EE.UU. de la agencia humanitaria Alight; John Bruning, del programa de refugiados e inmigrantes de Advocates for Human Rights; y Jennifer Stohl Powell, directora jurídica del Immigrant Law Center.  

Nuestro debate comenzó estableciendo el contexto de la situación actual de la política de inmigración. Bruning nos llevó primero a la frontera sur. 

“Estamos viendo un número sin precedentes de personas que huyen de sus países de origen”, dijo Bruning. “Esto se ha visto exacerbado por el cambio climático, por los conflictos, en todo el mundo”. 

Según el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, las autoridades fronterizas se encontraron con más de 300.000 migrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en diciembre, una cifra récord desde el año 2000. La mayoría de los migrantes buscan asilo en Estados Unidos. 

Un asilado es una persona que busca seguridad en Estados Unidos debido a la persecución en su país de origen. La designación es algo así como la de refugiado, pero mientras un refugiado solicita protección fuera de Estados Unidos, los solicitantes de asilo se presentan en la frontera. 

“Las razones son muchas, por eso no es sólo un problema fronterizo aquí para nosotros. En realidad es en todo el mundo”, dijo Ismail. “No se trata de razones turísticas, sino de comunidades vulnerables -como mi familia cuando llegamos a Estados Unidos siendo yo muy joven- que buscan seguridad, refugio y algunas de las cosas básicas que todos tenemos la suerte de tener”. 

La conversación giró entonces hacia el impacto local de la política de inmigración. La mayoría de las personas que atraviesan la frontera y llegan a Minnesota proceden actualmente de Ecuador, así como de Camerún, Rusia, Ucrania y otros países del este de Europa. 

Tanto Bruning como Stohl Powell coincidieron en que estas cifras sin precedentes han puesto a prueba a los abogados de inmigración y a los organismos de asistencia jurídica, que no dan abasto para tramitar el creciente número de casos. El retraso en la tramitación de los casos ha mantenido a muchas familias en el limbo. 

González Ávalos, por ejemplo, habló de su padre, que llegó a Minnesota en 1992. Lleva más de 20 años esperando una entrevista de asilo. 

“Hay inmigrantes mayores que ya han aportado su fuerza y su trabajo para construir comunidades más fuertes y que ahora son considerados como desechables”, dijo González Ávalos. “Seres humanos que una vez explotados, son abandonados a los rincones de la sociedad donde no hay servicios sociales, ni jubilación, ni atención sanitaria”. 

El número de personas que esperan en casos atrasados como el del padre de González Ávalos no ha hecho más que crecer, dijeron los panelistas. 

“La gente que entra por la frontera”, dijo Stohl Powell. “Se les da un montón de papeles. Parte de la información es muy confusa”. 

Contó la historia de un hombre y una mujer jóvenes que acudieron a su oficina, por error, para una cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). Los clientes no sólo no tenían claro el lugar de la cita, sino que confundieron las fechas: “2/1/2024” con “2 de enero”. 

“¿Se imaginan tratar de descifrar y abrirse camino a través de este sistema tan complicado con muy poca asistencia y representación disponible?”. dijo Stohl Powell. 

Uno de los asistentes preguntó por las tendencias migratorias a través de la frontera norte. 

“A menudo olvidamos que Minnesota es un estado fronterizo”, dijo Bruning. “Es una comunidad que se ha descuidado mucho. Hay un extraño procesamiento que ocurre y eso significa que nos perdemos mucho de quién está allí”. 

Contó el caso de una familia india que murió congelada al cruzar la frontera norte el invierno pasado. Los migrantes en la frontera norte suelen cruzar los lagos helados en invierno, pero también es la ruta más peligrosa, dijo Bruning. 

“Cuanto más difícil sea buscar asilo y protección en la frontera sur, más y más personas se verán empujadas hacia el norte”, afirmó Bruning. 

A pesar de las dificultades a las que se enfrentan los indocumentados en EE.UU., González Ávalos dijo que han sido capaces de unirse para defender sus necesidades a nivel municipal y estatal, al tiempo que presionan por políticas que mejoren la vida de todos los minnesotanos. Por ejemplo, la Asamblea Legislativa aprobó el año pasado una ley que permite a los minnesotanos indocumentados obtener permisos de conducir. El Estado también está poniendo en marcha una nueva ley para ampliar la cobertura de MinnesotaCare a los inmigrantes indocumentados que cumplan los requisitos.  

El día del evento, los legisladores de Minnesota presentaron la Ley Estrella del Norte, un proyecto de ley que propone limitaciones a los funcionarios estatales y locales que aplican las leyes federales de inmigración. 

“En última instancia, será algo realmente bueno”, dijo Bruning. “Permitirá que las fuerzas del orden en Minnesota se centren en mantener a los minnesotanos seguros, no en hacer el trabajo de ICE por ellos”. 

Terminamos la parte del panel del evento examinando los posibles cambios en la política de inmigración, dependiendo de los resultados de las elecciones presidenciales de 2024. 

Tras establecer las formas en que el actual sistema de inmigración se ha visto lastrado en las últimas décadas, pregunté: “¿Realmente importa quién sea presidente?”. La pregunta provocó algunas risas.  

“Importa absolutamente”, dijo González Ávalos mientras los miembros del público aplaudían.  

“Los políticos, presidentes, alcaldes, concejales, representantes, senadores, no son salvadores”, dijo González Ávalos. “Tenemos que organizarnos, tenemos que responsabilizarnos, esta es una comunidad que estamos construyendo entre todos”. 

Ismail se mostró de acuerdo y añadió que, aunque no puede opinar sobre presidentes o elecciones, la política afecta a todos.  

“Tengo una relación dura y complicada con este país y sus políticas, pero elijo estar aquí, y elijo votar, y elijo cantar sus alabanzas cuando se lo merece”, dijo Ismail. “Pero también sé que podemos ser mejores”. 

Cuando se le preguntó qué la motiva, González Ávalos compartió una historia emotiva que surgió al ver las imágenes de los niños separados de sus familias en la frontera sur. 

“Allá por 2016, cuando estaba embarazada de mi hijo menor, le hice una promesa a mi hija”, dijo González Ávalos, mientras se le saltaban las lágrimas. “Ella iba a ser la última generación en ver la separación de la familia y los niños”.