El autismo es ahora más frecuente entre los niños negros e hispanos de EE. UU.
Los expertos atribuyen este cambio a la mejora de las pruebas de detección y de los servicios de autismo para todos los niños, así como a una mayor concienciación y defensa de las familias negras e hispanas.
Por MIKE STOBBE | ASSOCIATED PRESS
Por primera vez, el autismo se diagnostica con más frecuencia en niños negros e hispanos que en niños blancos en EE.UU., según informaron el jueves los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Entre todos los niños estadounidenses de 8 años, 1 de cada 36 tenía autismo en 2020, estimó el CDC. Esa cifra es superior a la de 1 de cada 44 dos años antes.
Pero la tasa aumentó más rápido para los niños de color que para los niños blancos. Las nuevas estimaciones sugieren que alrededor del 3% de los niños negros, hispanos y asiáticos o de las islas del Pacífico tienen un diagnóstico de autismo, en comparación con alrededor del 2% de los niños blancos.
Esto contrasta con el pasado, cuando el autismo se diagnosticaba con mayor frecuencia en niños blancos, normalmente en familias de ingresos medios o altos con medios para acudir a especialistas en autismo. En 2010, los niños blancos tenían un 30% más de probabilidades de ser diagnosticados de autismo que los niños negros y un 50% más que los niños hispanos.
Los expertos atribuyeron el cambio a la mejora de los servicios de detección y autismo para todos los niños, y a una mayor concienciación y defensa de las familias negras e hispanas.
Según David Mandell, profesor de psiquiatría de la Universidad de Pensilvania, el aumento se debe a “esta prisa por ponerse al día”.
Sin embargo, no está claro que los niños negros e hispanos con autismo reciban tanta ayuda como los blancos. Un estudio publicado en enero encontró que encontró que los niños negros e hispanos tenían menos acceso a los servicios de autismo que los niños blancos durante el año académico 2017-2018.
El autismo es una discapacidad del desarrollo causada por diferencias en el cerebro. Hay muchos síntomas posibles, muchos de los cuales se superponen con otros diagnósticos. Pueden incluir retrasos en el lenguaje y el aprendizaje, retraimiento social y emocional y una necesidad inusual de rutina. Los científicos creen que la genética puede influir, pero no se conoce ninguna razón biológica por la que sea más frecuente en un grupo racial o étnico que en otro.
Durante décadas, sólo se diagnosticaba a los niños con graves problemas de comunicación o socialización y a los que tenían comportamientos inusuales y repetitivos. Pero hace unos 30 años, el término se convirtió en la abreviatura de un grupo de afecciones más leves y relacionadas conocidas como ″trastornos del espectro autista”.
No existen análisis de sangre ni pruebas biológicas. Se diagnostica juzgando el comportamiento del niño.
Para estimar la frecuencia del autismo, los CDC consultan los registros sanitarios y escolares de 11 estados y se centran en los niños de 8 años, porque la mayoría de los casos se diagnostican a esa edad. Otros investigadores tienen sus propias estimaciones, pero los expertos afirman que la de los CDC es la más rigurosa y se considera el patrón oro.
La tasa global de autismo lleva décadas aumentando y sigue siendo mucho más frecuente entre los niños que entre las niñas. Pero el último estudio también reveló, por primera vez, que se había diagnosticado a más del 1% de las niñas de 8 años.
Un segundo informe de los CDC publicado el jueves analizaba la frecuencia del autismo en niños de 4 años. Esta investigación es importante porque los diagnósticos se producen cada vez a edades más tempranas, dijo Kelly Shaw, que supervisa el proyecto de seguimiento del autismo de los CDC.
Según Rose Donohue, psiquiatra de la Universidad de Washington, los niños negros con autismo han sido diagnosticados históricamente a edades más tardías que sus compañeros blancos. Pero el estudio de los niños de 4 años también halló que el autismo era menos común en los niños blancos en 2020 que entre los niños negros, hispanos y asiáticos y de las islas del Pacífico.
Sin embargo, los niños de 4 años tenían menos probabilidades de haber sido evaluados por autismo que los niños del pasado. Esto se debió probablemente a las interrupciones en la atención infantil y los servicios médicos durante ese primer año de la pandemia de COVID-19, dijo Shaw.
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