El primer análisis de las muertes relacionadas con el embarazo en Minnesota revela algunas disparidades
Michelle Wiley-MPR
Una mirada instantánea a las muertes relacionadas con el embarazo en Minnesota encontró que todas las muertes podrían haberse evitado y que las muertes asociadas al embarazo fueron desproporcionadamente altas entre los negros y los indígenas.
El Departamento de Salud de Minnesota identificó a 48 personas que murieron tanto por causas relacionadas con el embarazo como por causas no relacionadas mientras estaban embarazadas, incluyendo accidentes vehiculares y sobredosis de drogas, durante 2017 y 2018.
En ese período de tiempo, el estado calculó 8,8 muertes relacionadas con el embarazo por cada 100.000 nacidos vivos, según el informe del Departamento de Salud publicado el jueves. Eso es aproximadamente la mitad de la tasa nacional en 2017, o 17,3 muertes por cada 100.000 nacimientos.
De las 12 muertes relacionadas con el embarazo -en las que el embarazo fue el factor agravante-, el informe concluyó que la mitad ocurrió dentro de las seis semanas posteriores al nacimiento, y se determinó que todas ellas eran “prevenibles.”
“La salud de nuestras madres es un indicador clave de la salud de nuestro estado”, afirmó en un comunicado la comisaria de Salud de Minnesota, Jan Malcolm. “Cada muerte materna es trágica, y las disparidades raciales que vemos en los datos son alarmantes”.
Malcolm dijo que lloran a los fallecidos y calificó el informe de “primer paso crítico” para la prevención.
Mientras que las personas blancas, no hispanas, representaron el 60% de las muertes asociadas al embarazo, los porcentajes de las personas que se identifican como negras o nativas americanas fueron “desproporcionadamente altos”, dijeron los investigadores.
Los indígenas de Minnesota, por ejemplo, constituyeron el 2% de todos los nacimientos durante este periodo, pero representaron el 8,3% de las muertes asociadas al embarazo.
Las regiones del noroeste y del centro-sur del estado también tuvieron un mayor porcentaje de muertes que de nacimientos durante este periodo, aunque la mayoría de las muertes y los nacimientos en general tuvieron lugar en el área metropolitana.
Aunque el número relativamente pequeño de muertes dificulta a los investigadores la identificación de tendencias más amplias, el informe recomienda mejoras en la identificación y recopilación de datos relacionados con las muertes maternas.
“Nuestro trabajo identifica una importante necesidad de servicios enfocados después del parto, durante lo que ahora se llama el cuarto trimestre, dado que más de la mitad de las muertes asociadas al embarazo ocurren durante este tiempo”, dijo en un comunicado la Dra. Cresta Jones, copresidenta del Comité de Revisión de la Mortalidad Materna. “Normalmente, las personas no son atendidas después del parto hasta pasadas entre 6 y 12 semanas”.
El informe también recomienda el desarrollo de una red estandarizada que ayude a las personas a encontrar atención y cree más apoyo para aquellos que se enfrentan a problemas de abuso de sustancias o de salud mental para mejorar los resultados generales y pide mayores esfuerzos para proporcionar una atención “culturalmente informada”.
El informe fue recopilado y analizado por la Unidad de Salud de la Mujer y el Bebé del departamento de salud del estado junto con el Comité de Revisión de la Mortalidad Materna del estado, que se formalizó en un estatuto de 2021.
Hardeman dijo que ve el informe como una “orden de marcha” para los sistemas de salud y los responsables políticos.
“Nosotros, como estado, hemos hablado de la mortalidad y la morbilidad materna durante mucho tiempo, pero en realidad no hemos tenido los datos en los que basarnos para decir: ‘Esto es exactamente lo que está pasando'”, dijo. Las muertes relacionadas con el embarazo, las muertes asociadas al embarazo y la mortalidad materna están “profundamente ligadas a la capacidad de vivir en comunidades sanas y seguras y vibrantes”.
