Para salvar a los ajolotes, una campaña en México pide a la gente que los adopte virtualmente
A pesar de sus incesantes sonrisas, los ajolotes llevan años en peligro de extinción.
Hace más de dos décadas, había unas 6.000 de estas diminutas salamandras por cada kilómetro cuadrado en el lago Xochimilco de Ciudad de México. En el último recuento de 2014, solo había unos 36 ajolotes por kilómetro cuadrado, según Luis Zambrano, que participó en el censo de ajolotes.
“Se ha puesto peor. No están completamente extintos, pero está peor”, dijo Zambrano, quien también es ecólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Aunque su población ha disminuido drásticamente con los años, estas criaturas son más populares que nunca gracias a las redes sociales y al videojuego Minecraft. Convertirse en una sensación en Internet también ha tenido repercusiones en el mundo real, en las tiendas de mascotas, donde la demanda de ajolotes se ha disparado.
Ahora, el equipo de Zambrano espera que la nueva popularidad mundial de los ajolotes ayude a salvar la especie de la extinción.
La semana pasada, la Universidad Nacional Autónoma relanzó una campaña para adoptar virtualmente un ajolote, que permitirá a los donantes poner nombre a su salamandra y recibir un certificado de adopción. También hay opciones para ayudar a pagar la comida de un ajolote o su hábitat.
El dinero recaudado se destinará a esfuerzos de conservación para ayudar a la población a prosperar en libertad. El año pasado se lanzó la misma campaña y se recaudaron casi 30.000 dólares, suficientes para mantener unos 40 refugios. Pero para que los ajolotes vuelvan a tener una población sana, necesitarán 10 veces esa cifra, según Zambrano.
La mayor amenaza para los axolotl proviene de los humanos. La creciente población de Ciudad de México ha agotado el lago Xochimilco, donde vive la mayoría de los ajolotes del mundo. La urbanización también ha afectado a la calidad del agua del humedal, lo que a su vez hace que los ajolotes enfermen.
“Es una muerte lenta”, explica Zambrano.
Peces como la carpa y la tilapia, que se comen los huevos del ajolote y compiten por sus recursos, también tienen parte de culpa.
Por eso, según Zambrano, los refugios acuáticos de la campaña pueden cambiar las cosas para los anfibios. Estos santuarios, posibles gracias a la instalación de filtros en los canales del lago de Xochimilco, están libres de plagas y suelen tener mejor calidad de agua que el resto del humedal.
Además de alegrar Internet, los ajolotes desempeñan un papel importante en la mejora de la calidad del agua. También son una especie muy apreciada en México desde la civilización azteca.
Los ajolotes son también una maravilla biológica, dada su capacidad para regenerar tejidos y mantenerse jóvenes. Según Zambrano, los científicos sólo han arañado la superficie de la comprensión de la importancia de los ajolotes.
Lo que está a nuestro alcance, añadió, es proteger la especie.
“Sabemos lo que hay que hacer.
Sabemos dónde hacerlo.Y sabemos que si lo hacemos en esos lugares, tendremos una población sana de ajolotes”, dijo Zambrano. “Pero si la sociedad no se preocupa demasiado, no importa lo que sepamos.Se extinguirá”.
